sábado, 24 de abril de 2010

Carpe Diem

Semanas de ultra acumulación. Acumulación de horas de estudio, de insomnio, de cafeína y algo de estrés bien controlado (a esta altura de forma maestra) Y pasó no más, es difícil de catalogar algo que te vuela por la vista–se te turban los ojos– por eso hay que ponerle pausa de repente, de una.

Entremedio de todo devoré una película, de esas que se saborean mejor en el segundo bocado; Blade Runner es una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos, una excelente muestra de como la decadencia moral va de la mano con la tecnología, es profética y contingente a la vez. Su epilogo es de antología con una frase maestra que me hizo plantearme y replantearme todo aquello por lo que trasciendo y porque vale tanto la pena.



Roy Batty, sosteniendo una paloma y agonizando:

He visto cosas que los humanos ni se imaginan: Naves de ataque incendiándose más allá del hombro de Orión. He visto rayos C centellando en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas... en la lluvia. Es hora... de morir